Desnudofobia

Maldito blogger!!!Debiese ser como gmail e ir guardando periódica y bondadosamente los borradores, sin tener que vivir el peligro constante de un repentino corte de energía o un increíblemente estúpido error humano como el que acabo de cometer.
Finalmente por querer asegurarme y guardar el texto que tenía escrito, seleccioné todo y lo borré. Accidentalmente, por supuesto.
Pero cómo tan...
Digo yo.
En fin, intentaré retomar la idea.

Desnudofobia; no sé si la palabra en efecto existe o no, pero prefiero no averiguarlo.
Me agradaría que, en mi caso, se tratara de un simple pudor a despojarse de las vestiduras propias, personales, y claro, puestas, públicamente. Oh wow, las 4 "p" del empelotamiento.
Es también parte de mi afección; aquella conducta que me atrevería afirmar es generalizada, producida por unas cuantas razones totalmente compartidas y aceptadas sin mayor objeción. Podría deberse a un cierto conservadurismo, un condicionamiento, o la particular calidad herética gentilmente atribuida por fanáticos.
Quizás de estas razones, y otras similares, rescato inconscientemente algunos argumentos; a modo de justificación personal, creo.
Tampoco es central buscar tal respuesta en lo que tan ociosamente me concierne ahora.
Supongo que si estuviese "conforme" con mi identidad extrínseca, con el volumen tangible que estamos tan acostumbrados a ver, tal desnudofobia no gozaría de su estabilidad.
Es difícil referirse a algo tan básico como "el cuerpo" a través de otras formas, que no caigan en la periodicidad de los pilares básicos de informerciales o anomalías que morbosamente consumimos en la tevé.
Entonces, si algo se puede recapitular del cúmulo de sandeces que he escrito, es que el título de esta wea no alude directa y exclusivamente a un asunto corpóreo, físico, perceptible.

Oh, no.

La desnudofobia tiene la característica de ser además, socio-mental.
(Cuándo se ha visto)
Y precisamente en este instante estoy siendo presa de ella. Es totalmente ridículo, pues no reparé en las consecuencias terapéuticas que esto podría tener.
Ok, entraré en terapia de shock, entonces.
Me aterra exponerme. No soporto la idea de la vulneración. Y como todo esto se maneja en un espacio tan asquerosamente interno, es imposible manejarlo. Es un círculo vicioso.
Todas las mínimas vivencias se vuelven abstractas, no puedo decir nada concreto sobre mí misma, ni siquiera es porque me guste el misterio, si no, es porque prefiero no hacerlo; unas pocas personas me han ayudado a confiar, aunque no lo sepan. Personas que han contribuido quizás sin quererlo a que entre en una dinámica stripper sin que hayan muchos dólares de por medio.
Puede que me guste dificultarlo todo. Racionalmente desearía que eso no sucediera.
Y lo peor de todo, es que muchas veces se han encontrado las soluciones a mi alcance, pero, rayos y centellas, me encanta evadir.
Definitivamente no puedo basarme en el criterio de las otras personas; sé que es completa responsabilidad mía la falta de nexos, la fuente del agua turbia pero tibicieta y bien perfumada que rodea a un(este) pez unicolor, de esqueleto flexible y mirada perdida, y, sin lugar a dudas, carente de agallas.